QUE AVANCEN LAS HORAS
que crezcan los días,
que el sol queme fuerte
y cruja con rabia todo lo que viva.
Que vengan tormentas
y heladas violetas
y dude el que tiene
la entera certeza.
Que todo suceda a cada segundo,
que traiga el viento dolores profundos,
que no vista, la mala memoria,
todos los recuerdos con traje de luto.
Que todo rote y se traslade,
que la inercia pierda su eterna seguridad,
que de sol a luna entre toda una vida
y sin testamentos o absurdas herencias
al día siguiente volver a empezar.
Y de a pinceladas difusas poder construir,
con gusto y amor,
nuestro propio cielo para morir.
Y poder dibujar paisajes,
de vidas pasadas,
de futuro en sueños
y pequeñas verdades,
enriqueciendo nuestra pequeñez,
contemplando las grandes inmensidades
Que no gane en la batalla de nuestros errores,
el orgullo contra la humildad,
que en la vida a veces solo se aprende
cayendo hasta el fondo y volviendo a empezar.
Imagen: Andrea Pérez
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