CONCIENCIA DE CAMINAR

La virginidad de los pasos 

es la conciencia del caminar 

es saberse, es hallarse, 

es reconocerse desnudo 

en el medio del paisaje 

y frente a la inmensidad 

es contemplar el cielo 

y bajar la vista 

y ver el cielo en los demás 

y no guardarse nada 

y tener todo para dar. 

Ser caminante es caer en la cuenta 

de que no se desanda el camino 

que se trae lo que se ha vivido 

y nada más 

y un dulce mirar…

Es la suerte y el espanto 

de saberse hoy acá 

una coordenada irrepetible 

a la que no se puede renunciar 

una respiración que exige respirar 

manos tendidas y abrazo fuerte 

unos que llegan otros que van 

y de entre todas las miradas 

un dulce mirar…

Es el camino una aventura 

que se dibuja al caminar 

que nos enseña a aprender 

que nos educa a soñar 

y que nos mece en el llanto 

y nos acuna en los demás                                                                                            

y en cada paso solitario 

bajo las estrellas y al andar.

Fotografías: Henry Cartier Bresson